Un femicidio cada 37 horas: «el 85% de los femicidas fueron personas que la víctima conocía»
Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) presentó un informe realizado por el Observatorio «Mujeres, Disidencias, Derechos”, elaborado a partir de medios gráficos y digitales, según el cual en lo que va del 2022 se registraron 329 muertes violentas de mujeres, travestis y trans. En diálogo con Aire Libre la Directora de la mesa ejecutiva de Mumalá Gabriela Sosa brindó detalles sobre el Registro Nacional de Femicidios.
Según informó Sosa, se registraron en total 329 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, lo que implica un 50% más en relación con el mes de septiembre. Del total de muertes, 196 víctimas fueron asesinadas por odio de género en contexto de violencia en su modalidad más extrema y 73 corresponden a muertes violentas vinculadas a economías delictivas, 49 están en proceso de investigación y 11 son suicidios femicidas. Por otro lado, el informe da cuenta de que 196 de las muertes se dieron en contexto femicidios, femicidios vinculados y travesticidios y que en Argentina hay un femicidio cada 37 horas.
Por otro lado, la directora señaló que en Santa Fe hubo 63 asesinatos de mujeres y travestis y trans, de los cuales 17 están relacionadas con odio de género y el resto son situaciones vinculadas a economías delictivas. En ese sentido, aseguró que la situación de la provincia es particular porque no hay otra provincia del país que tenga en proporción la cantidad de víctimas asesinadas en contextos urbanos y por estar vinculadas a las economías delictivas», y siguiendo esa línea señaló que «no solo debe implementar políticas desde el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades, sino también, desde el de Salud y Seguridad porque los casos exceden a la problemática específica vinculada a la cuestión de género».
Sosa, afirmó además, que según el informe elaborado por el Observatorio Mumalá «el 85% de los femicidas fueron personas que la víctima conocía» y que bajó la proporción de víctimas que habían denunciado previamente a su agresor. «La justicia es un gran elemento, pero tiene que tener una mirada de género y controlar las medidas de protección incorporando dispositivos electrónicos de y fortalecer el tejido social», señaló.
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